La autonomía de las baterías de tu notebook
Las baterías para
notebook, como cualquier sistema electroquímico hecho para recibir
sucesivas cargas, tienen una vida útil y luego comienzan a perder su
capacidad e incluso llegan a no aceptar más cargas. Sin embargo, las
actuales baterías de Li-Ion (Iones de Litio) usadas en las notebook son
mucho mejores que las antiguas de Ni-Cd (Níquel Cadmio) pues ofrecen una
mayor autonomía y no sufren el efecto memoria, completando una vida
útil promedio de 300 ciclos completos de carga/descarga. En una
utilización normal, siguiendo las instrucciones del fabricante, eso
significa unos tres años.
Si ves que tu batería no está durando lo normal, entonces es hora de hacer algunas pruebas.
Como chequear la autonomía de la batería?
Con
la batería cargada al máximo, conecte la notebook y déjala en reposo
(sin ejecutar ningún programa) con la pantalla encendida y sin hibernar
hasta que se termine la carga, o sea, hasta que notes que se apaga.
Calcula el tiempo y compáralo con el manual del fabricante. Puedes
realizar pruebas parciales como, por ejemplo, el tiempo de autonomía
grabando CDs y DVDs.
Si, al realizar estas pruebas, realmente
verificas una baja acentuada de la autonomía, será necesario analizar
algunos factores:
- La batería puede estar vieja: con el tiempo,
algunos de los componentes líquidos de la batería se pueden secar y
pegar unos a otros, afectando a la performance del dispositivo. Es un
tipo de problema que no debe ocurrir antes del año y medio de vida de la
batería. La solución en ese caso es cambiarla. Chequea con el
fabricante si todavía está en el período de garantía.
- El
mecanismo de seguridad puede no estar funcionando correctamente: para
evitar explosiones, las baterías poseen un mecanismo de seguridad que no
deja que estas gasten totalmente su carga ni que lleguen a su carga
total. Cuando este dispositivo no funciona correctamente, la batería
puede recibir mucha menos energía de la que debería y entonces la
notebook puede apagarse a pesar de poseer una carga considerable. Como
solución, lo indicado es, cada 30 ciclos de uso, realizar una carga y
descarga total de la batería. Esto hará que la batería "recuerde" su
real capacidad. Vale recordar que si la operación no surge efecto, lo
mejor es cambiar el dispositivo, aunque el chip que realiza este tipo de
control cuesta casi como una batería nueva.
- La notebook puede
estar presentando fugas de energía: cortos-circuitos de pequeña
intensidad en el hardware harán que el consumo de energía de tu notebook
ser mayor. Para solucionar este problema, tanto el diagnóstico como
reparación deben ser ejecutados por un servicio técnico especializado.
-
La notebook puede estar muy sucia: la salida de aire obstruida por una
almohada o polvo, el equipo no se ventila y el cooler (pequeño
ventilador posicionado en la base de la notebook) no realiza su función.
Verifica la posición y superficie en la que usas la notebook, y la
limpieza de la misma.
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lunes, 17 de septiembre de 2018
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