Desde hace tiempo, el concepto de inteligencia artificial ha comenzado a
escalar en las distintas áreas de la ciencia. Hoy ya no es nuevo, ni
constituye una novedad, pero todavía se presenta como un campo
desconocido para la mayoría de las personas. Esto implica que, aunque
son miles las compañías que ya utilizan este tipo de tecnología en su
día a día, aún no se ha difundido de manera masiva en casi ninguna de
las áreas.
Actualmente se dictan todo tipo de conferencias para intentar difundir
este tipo de conocimiento y, además, profundizar respecto de su
influencia en los diversos campos. En este contexto, días atrás tuvo
lugar una conferencia que apuntó a explicar y conocer de qué manera
puede la inteligencia artificial impactar positivamente en el rubro de
la salud.
Organizada por Health 2.0 y titulada Inteligencia artificial: un nuevo
aliado para la salud, tenía como principal objetivo presentar los
avances tecnológicos y científicos en materia sanitaria. Patrocinada por
Parabolt -una empresa que transforma ideas innovadoras en negocios
disruptivos- fue el escenario de tres exposiciones acerca de proyectos
que combinan la inteligencia artificial y la salud. Martín Szenig,
Gerente de Innovación para Cuentas Globales de Parabolt; Horacio Cuervo,
Digital Advocate de IBM en Argentina; y Mauricio Farez, cofundador de
la compañía EntelAI.
Sin embargo, es importante comprender de qué se trata la inteligencia
artificial en sí misma, más allá de cada uno de los rubros a los que se
pueda aplicar.
Básicamente, el término acuñado por el científico estadounidense John
McCarthy alude a la simulación de procesos de inteligencia humana por
parte de máquinas, especialmente de sistemas informáticos. Se trata de
procesos basados en el aprendizaje forzoso de una serie de información
que, como consecuencia, acaban en que la máquina pueda arrojar
resultados similares a los que elaboraría un cerebro humano. La
diferencia fundamental se encuentra en la rapidez con la que se obtienen
esos resultados, es decir que algo que el dispositivo de inteligencia
artificial puede hacer en pocos minutos o incluso segundos, el cerebro
humano tardaría mucho tiempo en procesar.
En este punto, es necesario hacer una distinción clave. Al contrario de
lo que se piensa, es importante comprender que las máquinas no piensan,
en ningún caso y de ninguna forma. Ese procesamiento de información, que
se da de manera altamente veloz, responde al aprendizaje forzoso al que
fue sometida esa computadora y a patrones de selección de información
que le fueron cargados por seres humanos. Así, es posible afirmar que
independientemente de que los dispositivos de inteligencia artificial
puedan procesar mayores
cantidades de información que el cerebro humano en tiempos más
acotados, nada de eso sería posible si no hubiese inteligencia humana
detrás.
"La inteligencia artificial sirve para hacer estructurado un dato, o un
conjunto de datos, en base a información no estructurada", explicó
Horacio Cuervo, en el marco de su exposición. La estructuración de un
dato implica, esencialmente, que no puede traducirse directamente a una
planilla de excel -una foto, una canción, un video, por ejemplo-. Es
allí donde una máquina especialmente dedicada esa tarea, debe procesar
esa información no estructurada y empezar a traducirlo a números que
puedan analizarse de manera objetiva y sencilla.
Ahora bien, ¿cómo se puede relacionar esta innovación tecnológica al campo de la salud?
El procesamiento veloz de todo tipo de información puede ser útil
desde diversos puntos de vista y se puede aplicar a cualquier rubro.
Desde el día a día de una empresa pequeña hasta el manejo de grandes
flujos de datos de una compañía multinacional; desde el uso de una red
social hasta el procesamiento de información relacionada a algún tipo de
patología que pueda ser útil para hacer un diagnóstico más temprano en
un paciente.
Todos los campos mencionados pueden ser potenciales usuarios de la
inteligencia artificial, inclusive la salud, la medicina, la atención a
los pacientes.
Para comenzar, es necesario tener en cuenta que "en la industria de la
salud hay mucho más que el médico y el paciente", tal como aclaró al
principio de su exposición Martín Szenig, Gerente de Innovación para
cuentas Globales de Parabolt. Es por eso que se deben considerar todas
las aristas que tiene el área al momento de diseñar un producto o pensar
una estrategia para mejorarlo.
El rubro de la medicina es altamente complejo en sí mismo y, además,
tiene barreras éticas difíciles de pasar. Hay un gran conjunto de
enfermedades de diversos orígenes -desde algunos tipos de cáncer hasta
patologías congénitas, degenerativas o crónicas- que tienen altos
porcentajes de discapacidad y mortalidad a nivel mundial. En la mayoría
de estos casos el diagnóstico temprano podría evitar muchas muertes o
reducir significativamente las consecuencias de la patología en el
organismo.
Es allí donde la inteligencia artificial puede hacer su aparición y
cambiar el futuro del paciente. El conocimiento humano y la observación
del médico hacia el paciente son elementos necesarios, por supuesto. Sin
embargo, el ojo humano puede cometer errores por diversos motivos,
desde la influencia de problemas personales hasta una patología propia.
De la misma manera, las computadoras también se pueden equivocar, de hecho lo hacen en más de una oportunidad.
¿Dónde está la clave? Precisamente, en la combinación de los dos
factores mencionados: la inteligencia artificial y el ojo humano.
En 2016, según cifras del gobierno estadounidense, en dicho país el
diagnóstico de cáncer de mama hecho por médicos tuvo un margen de error
del 3,5%. Por su parte, los diagnósticos realizados por dispositivos de
inteligencia artificial tuvieron un número aún más alto: 7,5%.
No obstante, cuando se combinaron ambos tipos de detección de la
enfermedad el margen de error bajó de manera significativa y llegó a un
0,5%.
Es por eso que quienes promueven este tipo de innovaciones
tecnológicas en el campo utilizan este tipo de ejemplos como principal
argumento. Actualmente, hay muchas empresas trabajando para que algunas
herramientas de inteligencia artificial se incorporen a rubro de la
medicina de distintas formas, pero siempre en combinación con el trabajo
de médicos especialistas.
EntelAI es una empresa argentina y es una de las compañías que hoy en
día se encuentra trabajando en este sentido. El objetivo principal, a
través de sus dos productos centrales, es facilitar la consulta médica,
tanto para el especialista como para el paciente.
El software que utiliza tiene toda la información de la persona y se la
remite directamente al médico, previo a la consulta ambulatoria. EntelAI
Pic es el nombre que lleva este sistema, que sistema procesa, mediante
técnicas de inteligencia artificial, diversos estudios clínicos y
suministra una imagen integral junto con un reporte detallado. A partir
de ese momento, tarda solo cinco minutos en realizar el informe
pertinente, que compara la nueva imagen con las previas. "En el futuro,
la inteligencia artificial tendrá un papel fundamental en la medicina
del futuro, donde no sólo se simplificará el análisis de datos, sino que
permitirá que los médicos puedan mejorar su interacción con los
pacientes", indica Mauricio Farez, médico neurólogo en FLENI y
cofundador de este proyecto, en un evento organizado por la comunidad
Health 2.0 en Buenos Aires.
Es importante destacar que esta iniciativa ha sido premiada
recientemente por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva y Merck Argentina. Ambas instituciones la consideraron la
iniciativa más innovadora destinada al cuidado de la salud.
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jueves, 18 de abril de 2019
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