Elegir un portátil profesional es una decisión importante y que debemos tomar con la máxima información posible, ya que será nuestra herramienta de trabajo durante los próximos años y por tanto debe estar capacitado para cubrir nuestras necesidades presentes y futuras.
Un hardware a la altura
Un buen portátil profesional debe cumplir unas especificaciones mínimas a nivel de hardware para asegurar un buen rendimiento tanto a corto como a largo plazo. Si elegimos un equipo que ofrezca un nivel de prestaciones bajo es posible que cumpla de forma mínima nuestras exigencias hoy, pero que se nos quede pequeño en poco tiempo.
Esto es lo que debes buscar como mínimo en un buen portátil profesional:
CPU Core i3 serie 7000U.
8 GB de memoria RAM.
Unidad SSD de 128 GB.
Pantalla de entre 13,3 pulgadas y 15,6 pulgadas con resolución 1080p.
Una construcción de calidad
Los portátiles de consumo general suelen estar terminados en plástico, un material que permite crear equipos bastante económicos.
En el caso de los portátiles profesionales debemos buscar equipos que estén construidos en aluminio, en aleaciones de magnesio o en fibra de carbono. Estos materiales son muy ligeros, resistentes y aportan un toque premium que se dejará notar en nuestro día a día.
Esos materiales están preparados para amortiguar mejor los efectos de desgaste que se producen con el uso y el paso del tiempo, lo que significa que el equipo envejecerá mejor y tendrá una mayor vida útil.
Autonomía y movilidad
Un portátil profesional es una herramienta de trabajo que debe ofrecer un buen rendimiento y también una buena autonomía. De poco nos serviría un equipo que es capaz de ofrecer un rendimiento excelente pero que apenas puede aguantar un par de horas con cada carga de batería.
En este sentido el mínimo recomendable a la hora de elegir un equipo profesional son modelos que ofrezcan como mínimo una autonomía de 10 horas de uso por cada carga de batería, ya que tendremos margen suficiente para cubrir por completo una jornada de trabajo.
Esa buena autonomía debe estar acompañada de una buena movilidad, es decir de un formato compacto, unas dimensiones reducidas y un peso bajo. Los formatos más recomendables para un equipo profesional son los de 13,3 pulgadas y 14,1 pulgadas, aunque los modelos de 15,6 pulgadas también pueden ser una buena opción para aquellos que necesiten pasar largas jornadas de trabajo continuado delante de la pantalla.
El peso ideal debe ser siempre inferior a los 1,8 kilogramos, aunque éste dependerá en gran medida del formato de pantalla. Por ejemplo HP comercializa modelos como el HP Spectre de 13,3 pulgadas que incluye una configuración muy potente y tiene un peso de apenas 1,1 kilogramos. Éste modelo sería una buena opción para cualquier profesional que busque un excelente equilibrio entre potencia, autonomía y movilidad.
Seguridad integrada
Las soluciones de seguridad integradas son un valor importante en cualquier portátil profesional, ya que ayudan a mantenerlo protegido frente a ataques maliciosos y reducen la dependencia de soluciones antivirus.
Actualmente HP es una de las empresas que más se preocupa por la seguridad de sus equipos profesionales, y por ello ha integrado una completa gama de herramientas de seguridad en su gama Elite que incluye soluciones de prevención como Sure Click, Sure View y Sure Start.
Un portátil protegido podrá funcionar de forma óptima durante toda su vida útil y nos mantendrá a salvo de las amenazas de seguridad más utilizadas y peligrosas.
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