jueves, 10 de septiembre de 2020

Cómo funciona un cargador inalámbrico

 A lo largo de las últimas décadas, la tecnología relacionada a la informática y la electrónica han sido el objeto de nuevos y revolucionarios desarrollos. Un claro ejemplo de ello es que hoy tenemos la posibilidad de utilizar un dispositivo electrónico informático e cualquier lugar y momento, sin necesidad de que el mismo se encuentre conectado a una fuente de energía eléctrica.


Claro está que para que un dispositivo electrónico portátil funcione, su batería debe estar cargada, para lo cual en ese caso debemos cargar dicha batería conectado el dispositivo a la corriente eléctrica, lo cual puede llevarse a cabo a través de la forma convencional, es decir utilizando una fuente o cargador con cable, como así también podemos emplear para ello los cargadores inalámbricos.

En este sentido, es indudable que el cargador inalámbrico se ha convertido en los últimos años en uno de los productos más útiles e indispensables para aquellos que suelen utilizar dispositivos portátiles, ya que nos permite cargar teléfonos y tablets sin necesidad de cables o enchufes.

Para poder funcionar de manera inalámbrica, los cargadores inalámbricos también llamados Power Mats, hacen uso de la tecnología de inducción magnética que es la que les permite transferir la energía eléctrica que proviene del sistema de corriente eléctrica de nuestra casa hacia los dispositivos electrónicos.

Gracias a ello, en vez de tener que conectar un dispositivo a la corriente eléctrica de manera física a través de un cable, dicho dispositivo se carga por medio de la energía estática que es enviada a través del aire en forma de ondas magnéticas. Lo mejor de todo es que además en la actualidad existen cargadores inalámbricos que incluso permiten cargar varios dispositivos de manera simultánea.

Pues bien, vamos a repasar aquí algunos de los conceptos más interesantes de esta tecnología de alimentación eléctrica de dispositivos, a través de los diversos cargadores eléctricos que existen en el mercado actual.

Qué son y cómo funcionan los cargadores inalámbricos?
Cargar un dispositivo sin necesidad de conectarlo físicamente a un transformador o cargador es una idea que muchos de nosotros abrazamos con mucha esperanza, no es que sea una tarea extremadamente difícil conectarlo para su recarga a través de un cable, pero sería mucho más cómodo y productivo simplemente apoyarlo sobre una base o cerca de ella y que comenzara a cargarse automáticamente.

Aunque esta tecnología fuera desarrollada y puesta a prueba hace muchos años atrás, el más claro ejemplo de ello son los cepillos de dientes Oral-B de Braun a principios de los 90, lo cierto es que su implementación no pudo hacerse extensiva a muchos otros productos en el mercado de consumo masivo debido a los altos costos de su producción, lo que lo convertiría en un producto prohibitivo para la mayoría de los entusiastas de la electrónica y los gadgets.

Muchos coindicen en asegurar que la tecnología detrás de los cargadores inalámbricos fue desarrollada por completo en el año 2007, cuando un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts desarrolló la base para los cargadores que pueden conseguirse en el mercado hoy en día.

No obstante, lo cierto es que la transmisión de electricidad a través del aire no es precisamente una tecnología nueva, ya que lo cierto es que se trata de concepto científico que fue introducido a principios del siglo XX por el ingeniero eléctrico Nikola Tesla.

Con la evolución de la tecnología portátil y la masificación de dispositivos portátiles como los smartphone, la carga inalámbrica se volvió una necesidad, y si bien en los primeros años los cargadores inalámbricos tenían un costo demasiado alto para el consumidor común, lo cierto es que afortunadamente, este escenario ha cambiado.

Hoy ya es posible encontrar en las tiendas especializadas artículos y dispositivos que utilizan este tipo de tecnología de carga inalámbrica, también llamada carga por inducción, y están perfectamente al alcance del bolsillo de cualquier persona.

Cómo funciona esta tecnología?
Teniendo en cuenta que estamos hablando de cargadores inalámbricos, por su propio nombre ya nos damos cuenta que el concepto en torno a este tipo de tecnología consiste en brindarnos la posibilidad de cargar dispositivos electrónicos sin necesidad de conectar cables a los mismos. Pero además, hay que tener en cuenta que la mayoría de los cargadores inalámbricos permiten cargar casi cualquier dispositivo, más allá de su marca y modelo.

Por tal motivo, con un solo cargador inalámbrico podemos cargar la batería de un teléfono celular, una computadora portátil, un reproductor, una laptop y demás, y esto es precisamente lo que convierte a la carga del tipo inalámbrica en una opción más que interesante para cualquier usuario.

Sin embargo, la mayoría de las personas no entienden por completo el concepto detrás de los cargadores inalámbricos, y si bien pueden llegar a saber que los mismos utilizan lo que se denomina carga inductiva, es probable que desconozcan los alcances de este tipo de tecnología.

Pues bien, lo primero que debemos saber aquí es que básicamente la carga por inducción transfiere energía entre dos objetos utilizando un campo electromagnético, lo cual generalmente hace mediante una estación de carga o dock. La energía resultante es enviada a través de un acoplamiento inductivo a un dispositivo eléctrico, que puede entonces usar esa energía para cargar su batería o simplemente para poder hacerlo funcionar.

Generalmente, los cargadores de inducción usan para este procedimiento las llamadas “Bobinas de inducción”, las cuales son utilizadas para crear el campo electromagnético necesario para cargar los dispositivos convirtiendo estos campos electromagnéticos en electricidad.

Una de estas bobinas se encuentra en el interior del dock o estación de carga, y la segunda bobina de inducción se deberá encontrar por fuerza en el dispositivo a cargar. Cuanto más cerca se encuentren los inductores, mejor será la transferencia de energía.

Con respecto a este punto, y aunque es posible cargar dispositivos a unos pocos centímetros de distancia de la base, siempre se recomienda que los mismos se encuentren sobre el cargador o base de inducción, lo que les permite una carga más eficiente en términos de tiempo y calor.

Ventajas y desventajas de la carga por inducción de dispositivos electrónicos
Este sistema de carga inalámbrica ofrece algunas ventajas muy positivas, más allá de no necesitar cables que interconecten los dispositivos, y pueden resultar muy interesantes en ámbitos como el de la salud, ya que permitirían cargar implantes y dispositivos directamente sobre la piel, reduciendo el riesgo de una infección.

En este mismo contexto, también puede serle muy práctico para personas discapacitadas o con problemas motrices.

Además, son sumamente atractivos para cualquier aplicación debido a su vida útil, ya que gracias a que los componentes electrónicos se encuentran completamente sellados, la corrosión o humedad no pueden producirle daños, mejorando en mucho su durabilidad.

Desventajas de los sistemas de carga inductiva
Ahora, y a pesar de que su utilidad práctica se ha demostrado más de una vez, es cierto que una de las principales desventajas del sistema es la menor eficiencia de carga que ofrecen cuando las comparamos con un sistema de carga normal de transformador y enchufe.

Este se puede observar fácilmente comparando los valores de tiempo de carga, mucho mayores en los cargadores inductivos, y una menor eficiencia dispersando el calor residual, sobre todo en implementaciones que utilizan frecuencias más bajas o tecnologías antiguas.

Otro punto más que importante es el de los costos, mucho más altos que los sistemas de carga normales, esto es debido principalmente a que la carga por inducción requiere electrónica precisa, incluyendo bobinas tanto en el cargador como en el dispositivo, lo que obviamente encarecerá el producto final.

Asimismo, el sistema de carga de energía por inducción ofrece algunos otros inconvenientes como la imposibilidad de mover el dispositivo cuando este está cargando, lo que es una clara desventaja, ya que no podremos operarlo cuando lo necesitemos, algo que si podemos hacer con los métodos tradicionales de carga.

El standard Qi
Debido a la falta de especificaciones en el mercado para estandarizar todo lo relativo a la carga por inducción, en Agosto de 2009 se constituyó el llamado Wireless Power Consortium, el cual tendría por tarea crear las normas necesarias, luego llamada estándar Qi, para que los principales fabricantes del mundo tuvieran un marco en donde diseñar y fabricar dispositivos que fueran compatibles con esta especificación.

Luego de trabajar intensamente con este objetivo, la Wireless Power Consortium dio a conocer los principales requisitos para cumplimentar con la norma Qi, siendo uno de los ejes principales que los dispositivos que incluyan este tipo de sistema de carga por inducción deberán comprender una plataforma de transmisión de potencia y un receptor compatible en un dispositivo portátil.

Al mismo tiempo, la norma QI estableció que el dispositivo móvil se debe colocar en la parte superior de la almohadilla de transmisión de potencia, la cual cargará la batería a través de la inducción electromagnética. Asimismo, la distancia mínima a la cual deberían poder cargarse los dispositivos con esta tecnología se fijó en 4 cm.

El futuro de la carga inalámbrica
A través de los últimos años, la Power Matters Alliance y el Wireless Power Consortium han ido desarrollado diversos protocolos focalizados en el método de carga inalámbrica de dispositivos electrónicos, por lo que hoy podemos utilizar cargadores inalámbricos para llenar de energía eléctrica diversos equipos, incluyendo smartphone y smartwatch entre los principales.

Lo cierto es que este concepto de carga inalámbrica no sólo es útil para ello, sino en los más diversos ámbitos, y es debido precisamente a ello que la energía inalámbrica se continuará expandiendo a las más diversas aplicaciones.

Claro está que esto ya está sucediendo en muchas partes del mundo, y como u claro ejemplo de ello podemos citar a los autobuses eléctricos que se emplean en Corea del Sur, los cuales permiten ser cargados a través de plataformas inalámbricas.

Por ello, como vemos con el paso de los años y el constante desarrollo en torno a esta tecnología, cada vez será posible cargar dispositivos más grandes y que consuman más energía a través de la plataforma inalámbrica, incluso en algún tiempo más, podría llegar a ser la forma estándar para conectar a la corriente eléctrica los electrodomésticos de nuestro hogar.

Es precisamente en torno a este concepto, que cada vez son más las empresas que trabajan en el diseño de sistemas de carga inalámbrica, para que esta tecnología se convierta con el tiempo en un elemento habitual de nuestra vida cotidiana, y para siempre podamos decir ¡adiós cables!

Conclusión
A pesar de todas sus ventajas, ¿es la tecnología de carga inalámbrica el futuro?

Si bien estamos acostumbrados a que cada nueva tecnología que surge en el mercado deje obsoleta a la anterior, y no exista en la mayoría de los casos posibilidad de que convivan juntas, lo cierto es que en este caso es necesario, casi obligatorio, que así suceda.

En este sentido debemos asumir que la tecnología de carga por inducción, a pesar de haber sido adoptada por la mayoría de los nuevos modelos de dispositivos que salen al mercado, observa ciertas características que no dejan por completo satisfechos a los usuarios.

Algunas aristas negativas de esta tecnología ya se han descripto en el cuerpo de este artículo, y otras como el gran tamaño de los cargadores que están al alcance del bolsillo del usuario común, que los hacen bastante difíciles de transportar, son un poco más subjetivas, pero no menos ciertas.

Con sus virtudes y desventajas, la tecnología de recarga por inducción huele un poco más a marketing que a ventaja directa, y por lo menos hasta que no se demuestren menos lentos y realmente se pueda cargar un dispositivo sin necesitar un cable no podemos hablar de recarga “Wireless”; no olvidemos que a pesar de no estar atado a un conector, el dispositivo sí se encuentra atado a su cargador.

Por el momento, muchos de los que probarán esta tecnología a través de la compra de un celular de alta gama seguramente preferirán el clásico método del cargador y conector, con lo que se asegurarán que su equipo siempre esté en condiciones y bien cargado.

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