Wiko es una marca que no suele hacer demasiado ruido pues, aunque no cuenta con dispositivos que sean referentes en su categoría de potencia o de precio, sí que suele ofrecer una solvencia bastante constante. El ejemplo de ello es el Wiko View5 Plus, un dispositivo de línea económica, que se sitúa en la franja de los 200 euros y que ha pasado por nuestra mesa de análisis.
Un dispositivo modesto en especificaciones que no se desplaza demasiado de la media en su categoría, pese a sus altibajos, pero que cuenta con un arma secreta no tan secreta: una autonomía de las que pueden decantar más de una compra.
Un diseño muy logrado con matices
El Wiko View5 Plus no un teléfono de pequeñas dimensiones con sus más de 16,5 centímetros de alto o sus casi 9,5 milímetros de grosor, ni tampoco ligero con sus 201 gramos de peso, pero lo cierto es que resulta realmente cómodo en mano. Tal vez todo ello sea debido a que hablamos de un teléfono bastante equilibrado que no resulta incómodo por más tiempo que lo llevamos en la mano, y ya veremos que puede ser mucho tiempo debido a su autonomía.
Estamos ante un modelo con carcasa de plástico trasera que resiste bastante bien a las huellas pese a contar con una capa de brillo, y que se acopla muy bien a la pantalla sin notarse apenas la transición entre un material y el otro. En cuanto a estructura, se trata de un móvil bastante clásico con la botonera a la derecha y la izquierda reservada para la bandeja triple para SIMs y microSD.
Tal vez sea cuestionable la decisión de colocar el botón para el asistente (que lo tiene) justo en medio de los botones de volumen (encima) y encendido (debajo), pues eso provoca que lo pulsemos por error más veces de las que serían deseables. El puerto de auriculares queda en la parte superior y el puerto USB tipo C para carga y transferencia de archivos queda debajo, junto con el altavoz del teléfono.
La espalda queda entonces para el módulo de cámaras, que se coloca en la parte superior izquierda y tiene forma rectangular, y para el lector de huellas que se sitúa centrado, sobre el logotipo de la marca. El resto de este Wiko View5 Plus está completamente limpio. El teléfono es resistente, por lo que deberíamos poder usarlo sin carcasa de protección sin demasiados problemas.
En cuanto a la pantalla, es una LCD de 6,55 pulgadas con bastante buen nivel de brillo que nos deja verla sin problemas en el exterior. El ajuste automático de brillo, de hecho, es quizá algo alto y podemos querer echar mano del slider cuando consultemos el móvil de noche o en la cama. Pero en general se trata de una buena pantalla, con colores vivos sin llegar a saturar y que también podemos ajustar con el clásico ajuste de temperatura de color del apartado de Pantalla.
El sonido del teléfono es bastante bueno, tanto con el altavoz inferior, potente y nítido incluso forzando el volumen, como con el conector de auriculares. La calidad es alta para un dispositivo con esta gama de precios y también obtenemos buena calidad a través del Bluetooth.
Una gama baja en todo pero con autonomía nuclear
No tratemos de engañarnos en cuanto al posible rendimiento que podamos extraer de este Wiko View5 Plus, el MediaTek Helio P35 que porta como cerebro marca claramente la gama en la que nos movemos: la gama de entrada. Aún así, el teléfono cuenta con algún factor que le echa una mano como sus 4GB de RAM o como los 128GB de espacio interno con lo que podremos almacenar practicamente de todo. Pero aún así, es una línea de entrada y se comporta como tal.
Estamos ante un teléfono con Android 10 sin capa propietaria. No encontramos apenas bloatware más allá de la recomendación de instalar aplicaciones y juegos de terceros que podemos saltarnos por lo que tenemos un sistema bastante limpio que bebe en gran manera de Android stock, la versión que Google distribuye a los fabricantes para que apliquen sus capas. Capas que aquí no están presentes.
Por lo demás, el teléfono se porta bien la mayor parte del tiempo. El sistema funciona fluido aunque tiene pequeños atascos cada cierto tiempo y, esto sí, tiene algunos problemas a la hora de representar textos como navegando por webs, leyendo documentos extensos y demás. Podemos notar algún que otro salto que no debería estar ahí. En cuanto al arranque de apps y juegos, no son especialmente rápidos pero se abren y una vez están en primer plano se comportan de forma solvente. Eso sí, mejor que nos olvidemos de los juegos pesados pues el teléfono se atraganta. Basta echar una partida a Clash Royale para comprobarlo.
La autonomía: el punto que marca la diferencia en el Wiko View5 Plus
El punto fuerte de este Wiko View5 Plus está, sin duda, en el apartado de autonomía. 5.000 mAh, sin carga rápida, eso sí, pero excelentemente aprovechados. El modo de ahorro inteligente que llega ya pre-activado (aunque lo podemos cambiar) unido a una pantalla HD que no consume en exceso se unen para ofrecernos días, literalmente, de autonomía. En las pruebas que hemos realizado hemos obtenido autonomías de dos y tres días sin problemas y todas ellas superando las 10 y 11 horas de uso de la pantalla. Todo un titán en materia energética este Wiko View5 Plus, un modelo a recomendar para quienes quieran salir de casa con un 20% de batería restante sin preocuparse demasiado.
Por último, y antes de pasar a hablar de las cámaras, toca hablar del lector de huellas del teléfono. Situado a la espalda del dispositivo, esperábamos más de él. No sabemos si es más culpa del propio sistema o del lector en sí, pero lo cierto es que el desbloqueo del teléfono es lento. Casi un segundo desde que apoyamos el dedo hasta que la pantalla nos deja operar con el teléfono, y en ocasiones falla en el reconocimiento. Si queréis un consejo, será mejor que recurráis al patrón de desbloqueo para agilizar el proceso.
El ojo fotográfico del Wiko View5 Plus
Aterrizamos en el apartado de cámaras como último peaje antes de las conclusiones y cierre, y toca mencionar que estamos ante un teléfono con una cámara frontal, de 8 megapíxeles, y con cuatro cámaras a la espalda. Tenemos 48 megapíxeles para la lente principal, 8 megapíxeles para la segunda y súper gran angular, 5 megapíxeles para la tercera con enfoque macro y 2 megapíxeles para la última, aunque aquí hablamos de un lector de profundidad que no produce imágenes per se. Pero empecemos por la app.
La app de cámara de este Wiko View5 Plus es bastante estándar dentro de lo que solemos encontrar en el panorama móvil. Las funciones están bastante a la vista aunque tardamos en acostumbrarnos a la situación del súper gran angular, con un icono flotante, y encontramos el modo Macro demasiado escondido tras una primera batería de opciones. Por lo demás, funcional y sin demasiados alardes técnicos más allá de que podemos añadir stickers y efectos de realidad aumentada a los selfies.
En cuanto al rendimiento de la cámara principal, con luz no hay ningún tipo de problema más allá de alguna que otra decisión de elevar el brillo de los bordes de los objetos aún sin el HDR activado. El enfoque es veloz, las fotografías se capturan sin apenas lag y sólo nos haría falta, quizá, disponer de una mayor velocidad de disparo. Esto ya es cuestión de gustos, claro está, pero es difícil tomar más de una o dos fotos por segundo, con suerte.
Cuando llega la noche, al Wiko View5 Plus se le ven claramente sus costuras de teléfono de gama económica. Aparece el ruido muy pronto, el enfoque se vuelve errático, el disparo se ralentiza y es fácil, quizá demasiado, obtener fotografías movidas. Como decimos a veces, de noche la cámara es más documentalista que fotográfica. Registramos eventos pero difícilmente serán para exhibición. Y hay que mencionar que esta cámara tiene un problema con los destellos, con los flares, al enfocar fuentes de luz.
Contamos, como decíamos antes, con una cámara súper gran angular y aquí sí estamos ante una lente muy bien resuelta. En los bordes tenemos un bonito efecto curvado que se aprecia pero no resulta demasiado pronunciado, y en general las fotografías son vistosas, con buen color pero sin llegar a saturar. Es una cámara menos luminosa que la principal así que de noche es mejor no recurrir a este modo.
Con la fotografía macro hemos tenido nuestras luces y sombras. El enfoque es cercano para un teléfono de este nivel de precios, con la posibilidad de acercanos a seis o siete centímetros del objeto a fotografiar, pero es muy fácil que la fotografía salga movida pues los objetos se salen fácilmente de plano, perdiendo el enfoque. Una cámara compleja que con paciencia nos puede dar buenos resultados aunque, como siempre decimos, se convierte en "la cámara que sobra" en esta configuración. Para usar dos o tres veces y ya.
Llegamos al desenfoque, el último paso antes de los selfies, y aquí nos topamos con un funcionamiento gris. Algunas fotografías con los bordes completamente definidos, incluso en situaciones complejas, y otras con una lectura pobre de los planos que da lugar a aberraciones a la hora de aplicar el procesado. Recordemos que el bokeh con lentes específicas para ello es siempre artificial y no siempre se ejecuta bien. Y en el caso del Wiko View5 Plus, no se ejecuta bien. Una lástima pues este modo fotográfico sí que es muy socorrido y utilizado.
Y por último, los selfies. Sensaciones encontradas, y lógicas, con el uso de la cámara frontal. Sin problemas de día, con enfoque rápido y fotografías bien definidas, y con rápidos problemas en cuanto la luz cae un poco, sin que haga falta que sea noche cerrada. La ausencia de luminosidad provoca ruido, un disparo lento y en ocasiones problemas con el balance de blancos. Aunque es justo decir que esto último nos ha pasado muy poco. Luces y sombras con la cámara de este Wiko que podría haber sido mejor. Y quizá debería haberlo sido.
Wiko View5 Plus, la opinión de Xataka Móvil
Como hemos podido ver durante el análisis de este Wiko View5 Plus, se trata de un teléfono en el que conviven resultados muy diversos en cuanto a sus características. Tenemos por un lado una pantalla con buen rendimiento y buena visibilidad, que resiste bien a las huellas igual que la espalda y que se integra en el cuerpo de una manera excelente. El interior del teléfono, sin embargo, no va tan bien.
El procesador se nota ahogado en ocasiones y desde luego no puede con juegos pesados, y algunos que no deberían suponer un problema tan grande. Incluso con 4GB de RAM, la multitarea no va tan fluida como debiera. Pero tal vez todo se compense con una autonomía descomunal que puede convertir a este teléfono en objeto de deseo de quien busque llamar por teléfono, redes sociales, mensajería y alguna que otra búsqueda en Internet. Apagársele, no se le va a apagar.
Y con más altibajos, el equipo de cámaras. Hemos comentado en alguna ocasión que multiplicar las cámaras es contraproducente en algunos casos y tal vez sea el de este Wiko View5 Plus. Prescindir de algún módulo habría ofrecido la posibilidad de elevar el nivel de los demás, y con la configuración actual el resultado es pobre. Aparte del súper gran angular, ninguna otra cámara es reseñable. Y eso no ayuda, desde luego, a elevar el nivel del teléfono.
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