Cuando Apple lanzó los AirPods Max en España a finales del año pasado, hubo mucha polémica entre los internautas por un producto con un coste que parecía exagerado por lo que ofrecía.
En nuestra opinión, los AirPods Max ofrecen una experiencia de cine con un diseño premium, y su compra está completamente justificada; pero por supuesto, lo primero en lo que muchos lectores pensaron es en buscar alternativas que no cuesten más de 600 euros. Hay otros modelos para entusiastas del sonido, como de la marca Audio-Technica, ¿y si hubiese un término medio?
Casualidades de la vida, justo entonces fuimos contactados para probar los Shure Aonic 50, un producto con muchas semejanzas sobre el papel, pero que en realidad lleva meses disponible por un precio de 369 euros.
Así son los Shure Aonic 50
Tipo - de diadema over-ear
Transductor - 50 mm
Impedancia - 39 ohmios
Sensibilidad - 97 dB/mW
Máxima potencia de entrada - 100 mW
Rango de frecuencias - 20 Hz - 22 kHz
Conexiones - Bluetooth 5, jack de 2,5 mm (cable incluido), USB-C de carga
Tecnología - Qualcomm aptX, aptX HD, aptX Low Latency
Cancelación de ruido - Sí, con 'modo entorno' incluido
Codecs - AAC, SBC, LDAC
Controles - por botones integrados
Peso - 334 gramos
Los Shure Aonic 50 son unos auriculares inalámbricos de diadema, de tipo over-ear, que cuentan con todos los avances tecnológicos que hemos visto en el sector en los últimos años. Desde cancelación de ruido a conexión Bluetooth 5.0, a tecnologías como Qualcomm aptX HD y aptX Low Latency, para mejorar la calidad de sonido en conexiones inalámbricas y reducir la latencia, respectivamente. La compatibilidad con Sony LDAC, AAC y SBC hace que sean ideales para cualquier equipo o dispositivo que usemos.
Pero, a poco que sepas algo del mundo del sonido, lo primero que te llamará la atención de estos auriculares no son sus características técnicas, sino su nombre. Shure es de esas marcas que no necesitan presentación, pero por si acaso, aclaramos que se trata de todo un peso pesado.
Con casi cien años de historia, el nombre de Shure ha estado en micrófonos, fonógrafos, equipos de estudio, y por supuesto, auriculares. En concreto, estos últimos son especialmente populares entre los audiófilos por la calidad de sonido.
Algo más que unos auriculares
Ni que decir tiene que las expectativas estaban muy altas cuando recibí en envío y lo abrí. Y entonces me encontré con una de las cajas más sorprendentes que he visto en unos auriculares, tanto por el tamaño como por el diseño redondo. Sacar los auriculares y probarlos por primera vez forma parte de una experiencia que se nota muy cuidada.
Los propios auriculares representan muy bien esta filosofía. Los Aonic 50 tienen un acabado muy fino, en el que todos los detalles han sido cuidados al milímetro. Son elegantes, pero sin llegar a ser demasiado llamativos; no son para presumir, pero quien sepa lo que está mirando sin duda alguna lo aprobará. Por eso creo que son algo más que unos auriculares; también son un complemento de moda.
La elección de materiales ha sido vital para obtener este acabado premium. Tanto la diadema como las almohadillas están cubiertas de piel auténtica, disponible en color marrón o negro, y es absurdamente agradable al tacto; eso compensa que las copas de los auriculares sean de plástico, aunque no se nota de baja calidad.
En cambio, la diadema está construida en metal y por lo tanto se nota recia y fiable. La gran ventaja de esto es que nunca escucharemos esos horrorosos ruidos que provoca el plástico al ajustarla a nuestra cabeza, y sólo por eso ya merece la pena.
El gran inconveniente es que la diadema no se puede plegar como en otros auriculares inalámbricos. Digamos que la portabilidad de los Aonic 50 no es precisamente su punto fuerte, ya que sólo podemos plegar cada copa en un ángulo de 90 grados.
Esos miedos se confirman cuando nos damos cuenta de que el estuche de transporte es gigantesco para los estándares actuales; en cierta medida, es lo contrario al 'estuche' de los AirPods Max. Es resistente y cuenta con una red interna para transportar cables y papeleo, pero puede ser una gran molestia en nuestros viajes.
Al menos, esos viajes serán los más cómodos de nuestra vida. Los Aonic 50 se adaptan perfectamente a nuestra cabeza, y no me han molestado incluso después de largas horas de trabajo.
Las almohadillas son muy buenas y vuelven a su posición original después del uso, tanto en cada auricular como en la diadema, y no he sufrido los dolores que suelo tener con otros auriculares después de tirarme el día escuchando música. Algo que es posible gracias a la batería, que ha durado entre 12 y 18 horas en mis pruebas dependiendo del volumen.
Sonido perfectamente ajustado
Pero si estaba emocionado por probar los Aonic 50 era por el bagaje de la marca Shure; y en ese sentido, no me han decepcionado. Se nota que son, ante todo, unos auriculares de estudio y por lo tanto, la fidelidad tiene prioridad.
El sonido de los Aonic 50 es por lo tanto, más plano de lo que estamos acostumbrados en el sector de los auriculares inalámbricos; sin embargo, Shure ha decidido salirse un poco de lo esperado, tal vez buscando un sonido más impactante para el usuario medio.
Como resultado, el sonido de los Aonic 50 potencia algo más los graves-medios y los agudos. La maestría de los expertos de Shure se nota en que la subida de los graves en ningún momento tapa al resto de sonidos, el gran inconveniente de otras marcas que lo apuestan todo por los graves.
Es gracias a esto que la música electrónica se disfruta muy bien en los Aonic 50, pero en el rock, instrumentos como la batería o los bajos están bien potenciados en los Aonic 50, sin llegar en ningún momento a tapar los vocales o la guitarra. Es un equilibrio muy interesante, porque sin llegar a ser totalmente planos, consiguen un efecto muy similar que potencia justo lo que queremos escuchar.
Esta modificación hace a los Aonic 50 más versátiles, ya que son capaces de dar lo mejor sin importar la situación o el uso. Por ejemplo, es perfectamente posible disfrutar de las últimas películas de Hollywood con estos auriculares, con la seguridad de que no sólo notaremos cada impacto y cada explosión, sino que no nos perderemos nada de diálogo.
Cancelación de ruido y software
Todo esto también es cierto cuando activamos la cancelación de ruido activa, o ANC. Se ha hablado mucho de cómo esta tecnología es capaz de aislarnos del mundo exterior, especialmente si se aplica bien como en los Sony WH-1000XM4, con la cancelación de ruido perfecta, o los mencionados AirPods Max.
Es tal vez inevitable que los Shure Aonic 50 no estén a la altura de los mejores en este aspecto. El aislamiento que ofrecen las almohadillas es suficiente; el problema está en los algoritmos usados, que parecen incapaces de tapar los ruidos más comunes en una calle transitada. Tampoco han podido ayudarme a olvidar que están haciendo obras en mi calle.
Siempre escucharemos el 'murmullo' de fondo, incluso activando el modo 'Max' en la app oficial de Shure. Si alguien nos habla, lo sabremos en incluso podremos distinguir palabras. Se comporta algo mejor con golpes y es capaz de tapar el sonido del tecleo constante de una oficina, aunque creo que esto es más gracias a las almohadillas que a los algoritmos.
A diferencia de otros auriculares, los Shure Aonic 50 apuestan por controles físicos en vez de por una superficie táctil, lo que los hace más fáciles de usar. Curiosamente, cuentan con un control específico para activar el 'modo entorno' de la cancelación de ruido, que nos permite escuchar mejor lo que ocurre a nuestro alrededor.
Por su parte, la app oficial podría ser algo más completa. Una vez que hemos asociado los auriculares, no tenemos acceso a muchas opciones. De hecho, ni siquiera podemos activar o desactivar la cancelación de ruido o el modo entorno desde la app, y tenemos que hacerlo desde los propios auriculares; al menos podemos variar la potencia del modo entorno.
Tampoco tenemos muchas opciones para cambiar el sonido, con un ecualizador 'oculto' en la configuración de la app; aunque la verdad, no creo que lo necesite en la inmensa mayoría de situaciones, así de bueno es el sonido. Lo más llamativo de la app es que sirve como reproductor de música, conectándose con nuestra biblioteca de Apple Music o reproduciendo archivos locales.
A otro nivel
Mis expectativas estaban por las nubes cuando los Shure Aonic 50 llegaron a mis manos, y eso no suele terminar bien; si el producto no está a la altura, la caída duele más.
Sin embargo, y después de varias semanas de uso diario, puedo decir con alegría que, a veces, conocer a tus ídolos no sale tan mal. Estos son unos auriculares de gama alta de un fabricante que sabe muy bien lo que está haciendo, y se nota.
La calidad se sonido es el punto fuerte, especialmente respecto a otros auriculares inalámbricos; la compatibilidad con nuevas tecnologías y códecs es sólo una pieza del puzle, y es la calidad y el ajuste de los propios auriculares donde realmente se nota la experiencia y maestría de Shure. El sonido resultante es equilibrado sin llegar a ser plano, y eso será lo ideal para la inmensa mayoría de los oídos.
Por contra, se nota que Shure aún tiene que avanzar en los aspectos más modernos de unos auriculares inalámbricos; hablo, por supuesto, de la cancelación de ruido y de la app oficial, que no están a la altura de lo mejor que hemos visto en el mercado.
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