En un mundo conectado y móvil la autonomía es uno de los aspectos más
valorados para un profesional, que usa su equipo informático en
cualquier lugar y no siempre tiene acceso a una red de energía.
El bajo voltaje de las últimas generaciones de procesadores de Intel; el
uso de unidades de estado sólido para almacenamiento; la última
generación de memorias DDR4; los nuevos estados de baja potencia, la
mejora de la gestión energética de Windows 10 y especialmente el uso de
baterías de mayor eficiencia, están permitiendo que la autonomía de un
portátil profesional alcance a todo un día de trabajo.
Aunque fabricantes como HP prestan especial atención al apartado de la
autonomía en sus equipos móviles incorporando baterías de alta capacidad
y componentes para contener el consumo, unos sencillos pasos nos pueden
ayudar a preservar y prolongar la autonomía:
1.Estado de la batería. La batería es obviamente uno de
los componentes más importantes en esta materia y antes de intentar
maximizar su potencia lo primero es determinar su estado. En un equipo
HP, la forma más sencilla es a través del HP Support Assistant, una
herramienta gratuita que ofrece entre otras muchas funciones, una rápida
verificación de la batería (estándar y extendida) y un informe sobre su
estado. La misma herramienta ofrece un conteo de los ciclos de la
batería, su capacidad, temperatura, antigüedad o voltaje. Como norma
general, podrás alcanzar entre 500 y 1.000 ciclos antes de perder hasta
el 80 por ciento de su capacidad original.
2.Mantenimiento de la batería. La batería
es un material fungible que tendremos que sustituir en algún momento,
pero un buen mantenimiento puede ayudar a mejorar su vida útil antes de
que penalice nuestra autonomía. Uno de los pasos fundamentales es la
calibración de la misma, una función que reinicia el indicador de carga
para que muestre los valores correctamente.
3.Opciones de ahorro energía. Tan importante como
contar con un almacén de energía en buen estado que nos proporciona la
batería, es controlar su consumo. Los sistemas operativos Windows
ofrecen ‘Opciones de Energía’ disponibles en el panel de control y
permiten configurar una serie de parámetros que administran la forma en
que su equipo usa esta energía para ahorrar la misma cuando sea posible y
aumentar la autonomía.
4.Pantalla. Es -por mucho- el componente que más
consume en un ordenador portátil. Disminuir su nivel de brillo y/o
contraste mediante la opción ‘Pantalla’ del panel de control de Windows o
desde los botones físicos del teclado es una manera directa para
aumentar la autonomía.
5.Conexiones a Servicios. Detener servicios como la
detección de redes o el uso compartido de archivos e impresoras, cuyas
opciones se pueden configurar en el Centro de redes y recursos
compartidos del panel de control de Windows, es otra medida para ahorrar
energía y de paso, aumentar la seguridad en redes públicas.
6.Redes y conectividad. Los módulos de radio son otro
de los componentes que consumen energía permanentemente. En un mundo tan
conectado será difícil que un profesional pueda prescindir de esta
opción, pero si en un momento dado no necesitas conectarte a Internet
pulsar sobre el botón del Wi-Fi puede sumarte alguna energía
adicional. Otro módulo que podemos desactivar para ahorrar batería es
Bluetooth.
7.Periféricos y discos. No dejes insertadas tarjetas de
memorias SD o pendrives USB en sus localizaciones más allá de su uso.
Incrementarán el consumo y reducirá la autonomía. Lo mismo para discos y
unidades de red. Las unidades de red conectadas o discos en las
unidades ópticas como DVD también consumen, por lo que no está de más
retirarlas cuando no las utilicemos.
8.“Apaga las luces”. Disminuir o apagar la
retroiluminación del teclado es otro método para ahorro de energía.
También conviene desactivar el protector de pantalla. Después de ajustar
el ahorro de energía a la configuración predeterminada, la pantalla se
apagará por lo que no hay necesidad de activar ese protector que sigue
consumiendo energía.
9.Otras conexiones. También es recomendable bloquear
las conexiones entrantes para evitar que determinadas aplicaciones
puedan ‘despertar’ el equipo y funcionar en segundo plano consumiendo
batería. Pausar servicios de copia de seguridad y sincronización son
tareas importantes y conviene pensar cuando podemos prescindir de ellas,
pero temporalmente puede liberarnos de algo de energía.
10.Supervisa tu portátil. Algunos procesos fuera de
control pueden reducir drásticamente la vida de la batería. Podemos
verlos en el administrador de tareas y en el monitor de recursos de las
herramientas avanzadas del panel de control de Windows. Detalles de uso
como utilizar descargas previas en vez de streaming es clave. El consumo
de contenido multimedia mediante streaming es brutal y agotará la
batería rápidamente. Si planeas visualizar vídeos mejor descárgalos
previamente si tienes ocasión.
miércoles, 7 de noviembre de 2018
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